El hibisco, flor sinónimo de verano y exotismo, rica en antioxidantes, evoca la belleza colorista de un lugar cálido. Perfumará su hogar con ligereza, gracia y sensualidad. Frasco de 100 ml

El almizcle blanco es tan especial que no todo el mundo lo experimenta de la misma manera. Desde sus orígenes, el almizcle blanco ha generado un perfume afrodisíaco, un olor que se adhiere a la piel y se vuelve único según la persona que lo lleva. Frasco de 100 ml

Las virtudes calmantes de la flor de azahar harán maravillas si necesitas consuelo. Conocido por sus efectos calmantes, reduce el estrés y ayuda a dormir mejor. Frasco de 100 ml

Para los egipcios, el iris era sagrado. Sutilmente amaderado, seco, ligeramente pastel, violeta y aéreo, el perfume evoca una fragancia empolvada, estimulante y sensual. Frasco de 100 ml

Su sola mención basta para hacer viajar los sentidos. El mango añade un toque afrutado y exótico con acentos lactónicos, y el lichi lo hace aún más alegre y exótico. Frasco de 100 ml

Traído de Buenos Aires a finales del siglo XVIII, su perfume delicadamente acidulado y refrescante difunde una fragancia fina y vigorizante. Frasco de 100 ml

Una fragancia amaderada inspirada en los campos de té del monte Fuji. Es una expresión vital de refinada elegancia que despierta y refresca los sentidos. Frasco de 100 ml